La Fundación Cerro Arriba, dedicada a promover la educación al aire libre, en conjunto con la Escuela Deportiva de Osorno, ubicada en el sector de Ovejería, dieron vida a un proyecto pionero que marca un antes y un después en la forma en que entendemos la educación y el vínculo con la naturaleza.

 

Gracias a una valiosa alianza público-privada, este sueño fue posible gracias al compromiso de Fegosa, Ferosor, Frigosorno, Jarabe de Frambuesa Tradiciones del Sur, Vivero Botánica Sur, la Municipalidad de Osorno a través de su Departamento de Medio Ambiente, y Yogui Market.

 

Con este bosque Miyawaki estamos contribuyendo activamente a la biodiversidad de nuestra ciudad y promoviendo soluciones concretas frente al cambio climático, al utilizar exclusivamente especies nativas de la selva valdiviana. Estos bosques crecen 10 veces más rápido, son 30 veces más densos, y se configuran con 3 a 5 especies por metro cuadrado. Ayudan a combatir las sequías gracias a su bajo requerimiento hídrico, no utilizan fertilizantes ni químicos, y después de dos años ya no requieren mantención.

 

Este proceso se desarrolló en tres etapas. Primero, realizamos una jornada de preparación del terreno, removiendo tierra y piedras. Luego, en una segunda jornada, integramos compost generado por el Departamento de Medio Ambiente —a partir de residuos orgánicos recolectados en las ferias libres— y añadimos mulch para controlar el crecimiento de maleza. Finalmente, hoy 8 de abril, se concretó la plantación del primer bosque de bolsillo educativo de Osorno.

 

Nos comprometemos a seguir replicando esta experiencia en más escuelas, centros educativos y próximamente en los parques urbanos de nuestra ciudad, con el objetivo de consolidar a Osorno como la ciudad parque más importante de Sudamérica.

 

Agradecemos también a la prensa local por difundir este hito y esperamos que más voluntarios y más empresas se sumen a este movimiento ciudadano que busca transformar nuestra relación con la naturaleza, desde las aulas hasta nuestros espacios públicos.

 

Marcelo Pérez Hott, fundador de Fundación Cerro Arriba, expresó su profundo agradecimiento a todos los participantes, en especial a los niños y profesores que, con su entusiasmo, dieron vida a este bosque que crecerá junto a ellos.