Esta semana, el diputado Daniel Lilayú ingresó
un proyecto de ley que busca regular a nivel legal el funcionamiento de torres
eólicas, especialmente lo relativo a la distancia mínima respecto de viviendas
y zonas residenciales, de manera de asegurar que el uso de dichos dispositivos
no genere contaminación ni afecte la calidad de vida de habitantes de sectores
aledaños.
El legislador explicó que los proyectos
eólicos “contribuyen significativamente a la producción de energías limpias, lo
que es deseable en una sociedad comprometida con el cuidado y protección del
medio ambiente. Sin embargo, existen múltiples iniciativas que han generado
malestar en la comunidad a raíz de los efectos adversos que algunas veces
provocan en la calidad de vida y el normal desarrollo de las actividades
locales”.
A modo ejemplo, Lilayú subrayó que en la
comuna de Frutillar “se ha constatado una serie de proyectos que en el último
tiempo han sido objeto de fuertes cuestionamientos en razón de la poca
distancia de algunos de ellos respecto de varios conjuntos habitacionales,
donde el impacto visual y acústico de los aerogeneradores frecuentemente es
motivo de preocupación”.
“En tal contexto”, continuó el parlamentario,
“el desafío está en compatibilizar la presencia de centrales eólicas con el
bienestar de la ciudadanía, de tal manera que el uso de dichos dispositivos no
ocasione un perjuicio a la sociedad civil ni tampoco afecte al debido
equilibrio entre la biodiversidad y el entorno inmediato de zonas
residenciales”.
“Por lo mismo, es fundamental que la
ubicación de este tipo de proyectos cumpla con criterios uniformes que
promuevan, por una parte, la implementación de la infraestructura involucrada
en armonía con el proceso de transición energética y, por otra, el derecho de
las personas a vivir en un medio ambiente libre de contaminación, para lo cual
se estima conveniente delimitar por ley el espacio destinado a la instalación
de torres eólicas”, finalizó el diputado Lilayú.
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