En el Día Mundial Sin Tabaco, Fundación
Arturo López Pérez llama a redoblar esfuerzos contra el tabaquismo, que sigue
siendo el principal factor de riesgo de muerte por cáncer en el país. “El uso
de cigarrillos electrónicos, lejos de ser una alternativa segura, agrava el
problema”, afirma el Dr. José Miguel Bernucci, director de Prevención y
Detección Precoz de FALP.
Según la Organización Mundial de la Salud
(OMS), el cáncer es una de las principales causas de muerte a nivel global y,
en Chile, comparte el primer lugar junto con las enfermedades cardiovasculares.
De hecho, 1 de cada 3 fallecimientos por cáncer en el país está relacionado con
el consumo de tabaco.
Tabaquismo: un problema de salud
pública
Aunque la legislación chilena ha avanzado en
restringir espacios para fumadores -como establecimientos de educación
superior, aeropuertos, teatros, cines, bares o discotecas, entre otros- el
tabaquismo sigue siendo una amenaza urgente para la salud pública y cada año
mueren miles de personas por consumo activo o pasivo de esta sustancia.
El cáncer de pulmón, directamente asociado al
consumo de tabaco -factor de riesgo modificable más importante en enfermedades
crónicas no transmisibles- es la principal causa de muerte por cáncer en
hombres y mujeres en Chile. Entre 2022 y 2023, este tipo de cáncer causó más de
6.900 muertes: 57% en hombres y 43% en mujeres, con un promedio de 10 chilenos
fallecidos al día por esta razón, según datos del Departamento de Estadísticas
e Información en Salud del Minsal.
Cigarrillos electrónicos: el nuevo
enemigo invisible
Ya sean de limón, frambuesa o mentolados, los
cigarros y todos sus sustitutos son igual de dañinos: siempre que exista
combustión e inhalación directa o indirecta existe un efecto perjudicial en la
salud. Por lo tanto, es aconsejable abstenerse de fumar tabaco o cigarrillos
electrónicos, puesto que además este daño es acumulativo e irreversible.
En esta misma línea, el Dr. José Miguel Bernucci,
director de Prevención y Detección Precoz del Cáncer de FALP, asevera: “La
industria busca posicionar los dispositivos de tabaco calentado o vapeadores
como alternativas ‘más seguras’, pese a que la evidencia muestra lo opuesto:
generan alta adicción a la nicotina, especialmente en jóvenes, y pueden ser una
puerta de entrada al consumo del tabaco tradicional. Por eso, el llamado de
FALP es que avancemos en la protección de la población hacia el tabaquismo
habitual y también hacia el tabaquismo electrónico”.
La buena noticia es que el tabaquismo es un
factor de riesgo completamente evitable. Dejar de fumar, adoptar una vida
activa y evitar el uso de dispositivos electrónicos para fumar puede marcar la
diferencia.
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