Este
2 de abril conmemoramos el Día Mundial del Autismo, fecha en la cual es
necesario visibilizar avances y desafíos en la atención de salud para nuestros
usuarios y usuarias con esta condición.
Según
el manual DSM-V cuando hablamos de Espectro Autista, nos referimos a una
condición de origen neurobiológico que presenta desafíos en dos grandes áreas:
la comunicación e interacción social y los patrones repetitivos del
comportamiento. Es importante mencionar que al hablar de “espectro” cada
persona puede presentar un conjunto distinto de fortalezas y desafíos, tanto en
ámbito social, cognitivo, sensorial, conductual, entre otros. Considerando
estas diversas características en Autismo, se describen tres niveles de apoyo
(1 al 3) en función de la ayuda necesaria que la persona requiera para
desenvolverse en actividades cotidianas.
¿Cuál
es la prevalencia de esta condición? A nivel nacional, no contamos con un
estudio de prevalencia que dé cuenta del porcentaje de personas en el espectro
autista. A nivel internacional, el último informe (año 2020) publicado en
Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (sigla del inglés CDC) de
Estados Unidos, reveló una tasa de 1 en 36.
De
acuerdo con lo descrito anteriormente, desde el año 2018 nuestro recinto
hospitalario fue pionero en el diagnóstico clínico e intervención de niños y niñas
en el espectro autista. Nuestro equipo conformado por Neurólogos/as Infantiles,
Genetista Clínico, Médico Pediatra, Terapeuta Ocupacional, Fonoaudióloga,
Kinesióloga, Psicóloga, Enfermera, Nutricionista, Odontopediatra y Asistente
Social, fue por muchos años el único centro público de atención para usuarios y
usuarias con esta condición.
¿Qué
ocurre actualmente? El año 2024 se promulga la ley 21.545, que establece la
promoción de la inclusión, la atención integral y la protección de los derechos
de las personas en el Espectro Autista en el ámbito social, salud y educación.
Bajo esta premisa, los equipos de los diferentes niveles de atención en salud
(primaria, secundaria y terciaria) toman un rol relevante en detección,
evaluación, confirmación diagnóstica, abordaje terapéutico y rehabilitación.
Es un
desafío, para los equipos de salud de la red, coordinar acciones y estrategias
para que las personas en el Espectro Autista accedan a prestaciones oportunas a
lo largo del ciclo vital. La coordinación intersectorial es una oportunidad
para dar respuesta integral a las necesidades de la persona y su familia de
acuerdo con las responsabilidades que a cada sector le corresponda. Si bien,
aún quedan muchas problemáticas por resolver, la organización de la red de
salud puede ser el puntapié inicial para la solución de estas dificultades.
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