Entre 1990 y 2014, Chile
vivió un período de notables transformaciones económicas y sociales que lo
insertaron exitosamente en un mundo globalizado. Durante estos años, se diseñaron
políticas clave, como la firma de tratados de libre comercio con potencias como
Estados Unidos, México, Canadá, la Unión Europea y la APEC, lo que permitió al
país diversificar sus mercados y experimentar un crecimiento económico
sostenido. A nivel interno, la reducción de la pobreza, que en los 90 alcanzaba
un 45%, y la mejora en la provisión de vivienda fueron logros fundamentales. En
infraestructura, se construyeron autopistas, puertos y aeropuertos, pilares que
consolidaron a Chile como un actor relevante en el comercio internacional.
Hoy, el país enfrenta un
nuevo desafío: el de crear un proyecto de desarrollo que permita superar las
dificultades estructurales que aún nos aquejan. Para ello, es esencial ponernos
de acuerdo en varios puntos clave. Primero, debemos acordar una reforma al
sistema político que incentive los acuerdos transversales y promueva la
estabilidad. Segundo, el crecimiento económico sigue siendo una prioridad para
financiar nuestras necesidades más urgentes en áreas como salud, educación,
vivienda y reducción de la pobreza.
Además, es urgente un plan
nacional de construcción e infraestructura que impulse la productividad,
reforzando proyectos estratégicos como la modernización de aeropuertos y
puertos, en especial el de San Antonio y Huachipato. Estos esfuerzos no solo
mejorarán la competitividad, sino que también abrirán nuevas oportunidades
comerciales.
Recientemente, economistas
como Bergoeing, Briones, Bautelmann y Landerretche propusieron la creación de
un consejo económico y social permanente, que establezca planes sectoriales
para enfrentar nuestros desafíos a largo plazo, al estilo de lo que hizo
Irlanda. Si logramos ponernos de acuerdo y trabajar juntos, podríamos alcanzar
tasas de crecimiento superiores al 4%, superando las expectativas actuales.
El futuro de Chile está en
nuestras manos, y es momento de abordar estos temas con seriedad y visión de
largo plazo.
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