La Escuela Especial Ana Aichele
de Osorno ha dado inicio a su segundo año consecutivo del programa Un Verano
en mi Escuela, una iniciativa creada por el Departamento de Administración
de Educación Municipal (DAEM) que busca ofrecer apoyo y continuidad educativa a
estudiantes con diversas discapacidades y trastornos del desarrollo. Desde el 6
de enero de 2025, el establecimiento ha brindado talleres diseñados para
potenciar las habilidades individuales de los estudiantes y proporcionarles un
entorno seguro y recreativo durante las vacaciones de verano.
La directora del
establecimiento, Fabiola Figueroa, explicó que la idea de implementar una
escuela de verano surgió tras detectar las necesidades de los padres que
trabajaban durante las vacaciones y la importancia de mantener las rutinas de
los niños. “Los padres necesitan un espacio donde sus hijos sigan aprendiendo y
puedan continuar con sus rutinas mientras ellos cumplen con sus
responsabilidades laborales”, comentó Figueroa.
Talleres Adaptados a las Necesidades de Cada
Estudiante
El programa está diseñado para
estudiantes con diagnósticos como Asperger, Trastorno del Espectro Autista
(TEA) y otras discapacidades. Maruzella De Paoli, coordinadora del proyecto y
profesora de Educación Física, detalló que los talleres se adaptan según las
habilidades de cada niño. “Trabajamos con actividades personalizadas, por
ejemplo, con un niño ciego hacemos ejercicios que fomenten el uso del tacto y
la audición. También contamos con estudiantes con movilidad reducida a quienes
les damos ejercicios adaptados”, explicó.
Además, se ofrece un enfoque
recreativo a través de actividades acuáticas, donde los niños disfrutan de la piscina
con el acompañamiento de los monitores. “La piscina tiene un componente
recreativo, pero también terapéutico. Los estudiantes disfrutan de actividades
libres, pero también realizamos ejercicios con el apoyo de la profesora de
Educación Física”, agregó De Paoli.
Apoyo Académico y Autocuidado
Los talleres no solo se enfocan
en el desarrollo físico y recreativo, sino también en el refuerzo académico y
la estimulación cognitiva. La profesora diferencial se encarga de reforzar
áreas como matemáticas y lenguaje, asegurándose de que los estudiantes
continúen aprendiendo y mejorando sus habilidades académicas. “Si un niño tiene
dificultades con la lectura o escritura, le proporcionamos actividades que lo
ayuden a practicar y mejorar”, señaló De Paoli.
El proyecto también se orienta al
autocuidado, como la higiene personal, con rutinas que incluyen el lavado de
manos y dientes, así como el desayuno y almuerzo proporcionados por la Junaeb.
"Es importante que los niños mantengan estas rutinas diarias para que se
sientan seguros y cómodos", agregó Figueroa.
Acceso Abierto a la Comunidad
El programa está disponible para
40 estudiantes, de los cuales 10 permanecen abiertos para alumnos de otras
escuelas. Aunque ha habido algunas dificultades logísticas, como el costo del
transporte, el interés ha sido significativo y la asistencia regular ha sido de
entre 25 y 30 estudiantes. Figueroa destacó que la apertura del programa a
otras escuelas busca asegurar que más niños se beneficien de esta experiencia.
Los monitores también trabajan
de cerca con los padres para asegurar que las actividades realizadas en la
escuela se puedan replicar en casa. De Paoli sugirió que los padres continúen
fomentando el trabajo en casa con actividades diarias. “Recomendamos a los
apoderados que utilicen materiales y objetos que tengan en casa para realizar
actividades similares a las que hacemos aquí, como ejercicios físicos o
actividades de estimulación sensorial”, explicó.
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