Rosabetty Muñoz tiene una trayectoria de más
de 40 años y 14 libros publicados.
La docente, escritora y
poetisa Rosabetty Muñoz, de manos del Presidente Gabriel Boric y
la Ministra de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, Carolina
Arredondo, recibió el Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda.
Ceremonia -que se desarrolló en el Palacio de La Moneda-, en que la máxima
autoridad del país destacó su trayectoria e invaluable aporte a la cultura
nacional.
La originaria de Ancud y Alumna de Pedagogía
en Castellano UACh, Rosabetty Muñoz fue reconocida junto al escritor
chileno Alejandro Zambra, quien obtuvo el Premio Iberoamericano de
Narrativa Manuel Rojas 2023.
En conversación con la Alumna UACh Rosabetty
Muñoz dijo que el Premio “es muy importante porque abre nuevas posibilidades de
lectura y diálogo, con otras escrituras, con otros lectores. Llega en un buen
momento porque estoy en pleno ejercicio, encantada con las palabras y sus
posibilidades”.
Justamente, el Premio Iberoamericano de
Poesía Pablo Neruda, que fue creado en 2004 en homenaje al centenario
del Premio Nobel de Literatura (1971), incluye la edición de una
antología poética que estará disponible en las bibliotecas públicas del país.
Al respecto, Muñoz comentó que “tal vez es lo más importante del premio. Para
un escritor, el hecho de que los libros estén al alcance de la mayor cantidad
de personas, es un deseo; en este caso se cumple todavía mejor, porque la Red
de Bibliotecas Públicas cubre casi todo el territorio nacional y en muchos
lugares es un punto de encuentro”.
“Me alegra mucho que en esas repisas esté
esta antología al alcance de niños curiosos, jóvenes exploradores”, acotó.
En el mismo sentido, envió un mensaje a los
jóvenes interesados en la literatura. “Sean apasionados, cuiden su curiosidad,
no se dejen atontar por el sistema de consumo, que busquen el silencio y la voz
personal, escondida dentro de sí y que está llena de maravillas”, apuntó la escritora.
Y en cuanto al rol de la poesía en la
sociedad Rosabetty Múñoz expresó que “lo primero es la reserva de sentido
que hay en la poesía. También es necesaria para la formación de los seres
humanos del futuro: Soñar e imaginar todavía no pueden hacerlo las máquinas y
hay que rastrear en esa forma de conocimiento de la realidad cada vez con más
ahínco”.
Asimismo, Rosabetty Muñoz tuvo palabras
en relación a su paso por la Universidad Austral de Chile. “Fueron años
intensos, fundamentales para mi vida y mi poesía. El conocer, compartir, leer
con escritores tan talentosos como Clemente Riedemann, Jorge Torres, Sergio
Mansilla, Maha Vial, Pedro Jara, entre otros, fue un aliciente para seguir
pensando en cómo escribir desde la provincia, sobre cuál es el papel de un
creador en su comunidad. En fin, temas que siguen gravitando”, recordó.
Trayectoria
Rosabetty Muñoz, que ha tenido un marcado
trabajo de docencia y divulgación de las letras, pertenece actualmente
al Colectivo de Escritores de Pueblos Abandonados. Entre los años 1975 y
1976 participó en el grupo Chaicura de Ancud; y en 1980 fundó junto a
otros jóvenes universitarios el grupo “Índice” en Valdivia.
Su primera obra fue: Canto de una oveja del
Rebaño (1981)-Ediciones Ariel y en 1994 por Ediciones Kultrun; misma
editorial –Ediciones Kultrun– en que en 1991 publicó “Hijos”, en 1994 “Baile de
Señoritas” y en 2008 “En nombre de ninguna”. Y anteriormente, en 1986,
en Editorial Cambio publicó “En lugar de morir”. En Editorial
LOM en 1998 lanzó “La Santa, historia de su elevación”, en 2002 “Sombras
en el Rosselot”, el 2005 “Ratada”, y en 2019 “Ligia”.
De igual forma, en 2012 en Ediciones del
Árbol en Buenos Aires dio a conocer el texto “Ceremonias” y el 2019 en
Ediciones UV la obra “Técnica para cegar a los peces”. Mientras que este
año se dio a conocer “Poesía Reunida”, de Ediciones Tácitas.
A su haber tiene tres antologías, una
publicada en 2012 por Ediciones Tácitas elaborada por Kurt Folch
llamada “Polvos de huesos”; luego en 2020 sale a la luz “Misión Circular”,
antología de Lumen, con notas y edición de Vicente Undurraga; y este año
“Isola Sacra” de Editorial Universidad de la Frontera, cuyo eje temático
es la Isla de Chiloé.
Dentro de los reconocimientos que ha
recibido, en 1992 logró la Mención de Honor del Premio Municipal de Poesía
de Santiago y en 1996 Mención de Honor del Premio Pablo Neruda. En el
2000 el Premio Pablo Neruda, por el conjunto de su trabajo, mismo año que le es
otorgada la Beca Fundación Andes, y obtiene el premio Consejo
Nacional del Libro y la lectura por “Sombras en el Rosselot”. Además,
tiene un premio Altazor (2013), Premio Municipal de Literatura de
Santiago (2021), y en 2022 Premio Chiloé en Extensión Cultural y
el Premio Nacional de Poesía Jorge Teiller. Y este 2024, obtuvo el premio
Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda.
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