En esta enfermedad existen falsas creencias como,
por ejemplo, “no hay cáncer en mi familia” o “yo tengo una vida saludable”, que
son derribadas por las estadísticas. Miles de mujeres mueren todos los años,
principalmente, por el diagnóstico tardío de esta patología. La única manera de
asegurarse de no tenerla es no confiarse y realizarse los exámenes anuales.
De
acuerdo con la información publicada por el Departamento de Estadísticas e
Información de Salud (DEIS), el número de personas fallecidas por cáncer
de mama en Chile fue de 1.657 personas en 2023, con una tasa de mortalidad correspondiente
a 8,52 defunciones por cada 100.000 habitantes. A pesar de la información
disponible, existen muchos mitos en torno a esta enfermedad.
1.
La genética es el único factor de cáncer de mama
La Dra. Marcia Valenzuela, cirujana de mama de
Clínica Santa María, advierte: “Una de las creencias más
comunes es pensar que, si no hay antecedentes familiares de cáncer de mama, no
se está en riesgo. Esto no es cierto. La mayoría de los casos ocurren de manera
esporádica, sin una causa hereditaria. ".
Asimismo, la especialista explica que existen factores de
riesgo modificables y no modificables. “El factor de riesgo más importante es
ser mujer, ya que afecta mucho más a la población femenina que a los hombres.
La edad también juega un rol clave, ya que la probabilidad de tenerlo aumenta a
partir de los 40 años, incrementándose aún más después de los 50”, comenta la
cirujana de mama.
Respecto a los factores modificables, dice la doctora
Valenzuela, mantener un estilo de vida saludable es crucial. “Hacer ejercicio
regularmente, evitar el tabaco y reducir el consumo de alcohol pueden
contribuir a disminuir el riesgo de desarrollar cáncer de mama", indica.
2) Los bultos son el principal síntoma
La Dra. Eva García, jefa de Oncología de Clínica
Dávila Vespucio, detalla: “El cáncer de mama no implica que
la paciente se tenga que tocar una masa o un bulto. Inicialmente podrían
aparecer signos y síntomas distintos como, por ejemplo, el enrojecimiento de la
piel y de la mama, secreción del pezón blanquecina o rojiza, la que puede ser
maloliente. En cambio, cuando pensamos en una etapa avanzada, los signos de
alarma pudiesen ser un bulto visible y palpable con asimetría evidente de la
mama”.
3) El cáncer de mama se puede prevenir
“Esta
patología no tiene tanta prevención, sino más bien la detección precoz hará que
mejore la sobrevida y que la enfermedad no vuelva. Entonces, si lo detectamos a
tiempo, el cáncer estará en etapas tempranas y esas pacientes tendrán un 95% de
esperanza de vida a los 5 años, incluso, dependiendo del subtipo, puede ser
más. Además, después del tratamiento las pacientes se reincorporarán a su vida
normal en una etapa temprana”, explica la Dra. Marcela Amar, cirujana de mama de Clínica Dávila.
4) Solo se requiere la mamografía para la pesquisa
de esta enfermedad
El Dr. Claudio Rath, ginecólogo y mastólogo de
Clínica Ciudad del Mar, enfatiza: “De acuerdo a las
recomendaciones de diferentes sociedades científicas, la edad de inicio de
tamizaje es desde los 40 años, según las normas norteamericanas, y a partir de
los 50, según las normas europeas. En Chile, recomendamos el inicio de la
mamografía desde los 40 años. Para mejorar la efectividad del examen lo ideal
es hacerlo todos los años. En mujeres en edad fértil es más probable
encontrar mamas densas, por lo que habitualmente debe solicitarse como estudio
tanto la mamografía como la ecotomografía mamaria”.
5) No se puede hacer nada para disminuir las
probabilidades de tener cáncer de mama
La nutricionista de Clínica Biobío, Carola
Pantoja, dice que existen evidencias científicas que demuestran que el
tipo de dieta es uno de los factores de riesgo o desarrollo de cáncer de mama.
“Las mujeres obesas o con sobrepeso tienen mayor probabilidad de tenerlo que
las que tienen un peso normal”, asegura.
Además,
explica que los efectos protectores son evitar el consumo de grasas saturadas,
carnes rojas o procesadas y sacarosa; y aumentar la ingesta de frutas,
verduras, granos enteros, lácteos descremados, alimentos ricos en fibra,
vitamina C, betacaroteno y vitamina E.
En
tanto, el mastólogo de Clínica Ciudad del Mar señala que la OMS entregó en sus
guías tres recomendaciones cruciales para disminuir la incidencia: evitar el
sedentarismo, la obesidad y disminuir el consumo de alcohol.
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