Familias organizadas
de la construida Villa Los Héroes en el sector Francke de Osorno exigen la
entrega de sus viviendas que debían haber sido entregadas hace cuatro años por
parte de la Constructora América, empresa también conocida como Constructora
Radal. Empresa que no ha informado sobre plazos para que los 130 hogares puedan
ser habitados, acercándose un invierno más en la incertidumbre.
Crudo es el
testimonio de la vecina de iniciales H.S.R.S. que con desesperación exige la
entrega de sus viviendas. Así como otras casi cien familias que veían en este
proyecto un futuro tranquilo en el calor de su propio hogar, todo se ha tornado
una pesadilla extendida por cuatro años de promesas sin cumplir.
“Estoy muchos años esperando, llevo seis ya con Cáncer, sin trabajo,
estoy debiendo arriendo, me están pidiendo mi pieza donde estoy viviendo y ya
no sé qué hacer. Debo tres meses de arriendo y me están echando a la calle, ¿y
qué solución me dan a mí?, ¿dónde voy a apoyarme? Yo quiero solución, quiero que
nos entreguen nuestras casas, ya es mucho, ya basta con el abuso que tienen con
nosotros, somos muchas familias que estamos pasando muchas cosas. Yo no tengo
dónde llegar”.
En el año 2017
diversas familias de Osorno se ilusionaban con la adquisición de su casa
propia, 52 familias de ellas fueron beneficiadas con el subsidio de integración
social con vivienda sin deuda, mientras que las otras 89 familias que se
contabilizan hasta ahora, fueron beneficiadas con subsidio para compra con
complemento de Crédito Hipotecario, cuyo plazo de entrega y firma de compra estaba
destinada para la navidad de 2020, fecha en la que no tuvo grandes avances ni
mucho menos las familias habían visto sus construcciones.
Según detalla
Patricia Andrade, vecina beneficiada con subsidio en dicho proyecto, este fue
presentado en 2017, pero lejos de ser viviendas sociales se trata de un
proyecto privado, el que por no contar con un contrato con Serviu, la
institución del Estado no puede poner plazos ni presionar su avance, sólo
recepcionar las obras conforme a la normativa de construcción. En tanto, las
razones de la demora en la construcción fueron excusadas por la empresa por el
contexto social y de pandemia que se vivió en los años en que se debía entregar
las obras.
“Según –en el estallido social–, los trabajadores no querían venir a
trabajar por el peligro que les podía pasar en el camino, después dijeron que
por las IFE la gente no quería trabajar así que no tenían trabajadores para la
obra y después vino la pandemia. Entonces siempre hubo un culpable que eso se
retrasara, pero lo que nos llamaba la atención que los otros proyectos que
empezaron dos años después sí trabajaban, y aparte no teníamos ninguna
información de parte de la empresa. Nadie sabía siquiera donde estaba la
oficina”.
Sin embargo lo que
califican de mayor gravedad es el estado actual de las viviendas, donde el
Serviu en su visita inspectiva para la recepción de obras detalló observaciones
que van desde el estado de pinturas, estado de chapas y otros menores, hasta la
falta de recubrimiento de aislación del cableado eléctrico en algunos tramos de
algunas viviendas, lo que presupone un peligro para la seguridad de las
familias, toda vez que las estructuras están construidas con Metalcon, pudiendo
conducir la electricidad a la estructura, producir un cortocircuito o lo peor,
un incendio.
“Si ellos contratan un técnico, ¿cuánto más se van a demorar en aislar
unos cables? Porque no son todos los que están a la intemperie o despejados.
Porque es una empresa que tiene dinero, no es una empresa que estuviera
quebrada como pensábamos por la tardanza que tenían, porque tienen otras
construcciones en otros lados, entonces no es falta de dinero, es falta de
voluntad. Entonces lo único que queremos es un compromiso de la empresa que se
haga presente y diga “tal fecha vamos a entregar las viviendas”.
Ante lo señalado,
hubo mayor expectación de las familias al enterarse desde el municipio que la obra
de la empresa cuenta con la Certificación SEC correspondiente, en la que queda
la duda de la rigurosidad en el otorgamiento de la Certificación o en el
profesional que otorgó dicho documento.
En tanto, las
familias continúan a la espera, muchas con problemas familiares, de salud,
económicos y sociales que se han agudizado en los cuatro años de espera, en la
que incluso personas que veían emocionados su futura casa propia hoy la ven
lejana a pesar de mantenerse vigentes en el proyecto, esto debido a que al
sumarle el incremento de cuatro años en el valor de la UF, trae consigo también
el aumento del valor de las viviendas y restringe aún más la posibilidad de
acceder a un crédito hipotecario, además de verse afectados en la salud mental
de sostenedores de hogar que se han visto obligados a “empastillarse” para
poder continuar con la carga de pagar arriendos, vivir de allegados y vivir en
la incertidumbre junto a sus hijos.
Finalmente, cansadas
las familias señalaron que se continuarán movilizando para agilizar la entrega
de sus viviendas, donde no descartan realizar manifestaciones en pleno centro
de Osorno y continuar manifestándose a las afueras de la villa, que, tiene
escaso movimiento de trabajadores.
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