En el contexto de la Conmemoración del Día Internacional
de las Mujeres, el actual gobierno, autodenominado feminista, enfatizará su
compromiso de enfrentar la violencia
contra las mujeres y promover desde la agenda legislativa regulaciones en temas
urgentes.
Entre las prioridades
declaradas por la ministra Antonia Orellana para este 2024, es particularmente
necesaria la discusión y aprobación del proyecto de ley para prevenir,
sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres, que busca garantizar el
cumplimiento de medidas cautelares, reconocer todas las formas de violencia y
ampliar el delito de violencia intrafamiliar a relaciones sin convivencia, como
el pololeo. También busca incluir a hijos e hijas como eventuales víctimas de
las secuelas que pueden dejar diferentes tipos de violencia.
La violencia, en todas sus
formas, es la raíz que origina las condiciones de desigualdad entre hombres y
mujeres, expresada en relaciones de poder que discriminan, subyugan, maltratan
y cosifican a las mujeres, impidiendo que puedan desarrollar todas sus
posibilidades de agenciamiento, en los mundos público y privado. Por ello, el
trabajo social debe comprometerse con el reconocimiento de derechos y contribuir
a cuestionar y deconstruir los mandatos patriarcales de género. Esto implica promover procesos de emancipación que permitan a las
mujeres romper con las inequidades sociales y estructurales que las oprimen a
ellas y a sus hijos e hijas
Marzo, con “M” de Mujeres, es crucial para
erradicar la violencia, promover la igualdad de género y la conciliación
familia-trabajo. Es fundamental comprender que el cuidado personal y económico
de nuestras hijas e hijos no es solo un tema de mujeres y madres. Que el
regreso a la escuela y a la universidad sean tiempos de alegría y no de
endeudamiento y pobreza femenina.
Dra. Verónica Rubio Aguilar, Directora Nacional Escuela de Trabajo
Social Universidad Santo Tomás
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