Los Senadores
Iván Moreira, José Durana, Juan Antonio Coloma, David Sandoval y Gustavo
Sanhueza presentaron un proyecto de reforma constitucional que establece
causales para llevar adelante acusaciones constitucionales en contra de los
gobernadores regionales.
Si bien, la
actual legislación permite llevar adelante un juicio político en contra de los
jefes regionales, no establece causas para ello (pese a que incluso se
establecen quórum de votación), por lo que, mediante esta modificación, se
busca que puedan ser acusados por infracción de la Constitución o las leyes,
notable abandono de deberes, transgresión grave de las normas sobre probidad
administrativa y por los delitos de traición, sedición, malversación de fondos
públicos, soborno y colusión.
El Senador por
la región de Los Lagos, Iván Moreira, junto con entregar los alcances de este
proyecto, explicó que independientemente de lo que dictaminen los tribunales de
justicia, las acusaciones constitucionales establecen responsabilidades
políticas.
“Siempre hemos
sostenido que la creación de los gobernadores regionales, sin atribuciones, no
tenía mucho sentido y no contribuía a la descentralización. Esa fue una mala
ley, y que, entre otras falencias, entrega la posibilidad de acusar
constitucionalmente a los gobernadores, pero no establece las causales para
llevar a cabo. Por eso, es que, junto a otros senadores, presentamos un
proyecto de ley de reforma constitucional, que subsana esto, estableciendo
causales como las infracciones a la Constitución, notable abandono deberes,
transgresión a las normas de probidad, malversación de recursos públicos,
soborno o colusión sean argumento que permita llevar a cabo una acusación
constitucional. Desde la elección de los gobernadores regionales, hace ya tres
años, estas autoridades han sido más conocidas por los recientes escándalos de
corrupción, que por buenas obras. Por eso, creemos que subsanar este error,
permite establecer reglas claras y seriedad respecto a eventuales acusaciones
constitucionales. Una acusación constitucional es un juicio político, por lo
que independiente de los fallos de la justicia, aquí se establecen
responsabilidades políticas respecto a hechos graves, como bien pueden ser los
escándalos de corrupción que hemos conocidos en varios gobiernos regionales a
lo largo del país”.
Moreira
sentenció que, si la norma estuviera en vigencia, serían varios los
gobernadores que podrían ser sometidos a un juicio político, independiente de
las responsabilidades penales.
La normativa
establece que, para acusar constitucionalmente a los gobernadores regionales,
se necesitará el voto favorable de la mayoría de los Diputados en ejercicio y
posteriormente ser aprobado por dos tercios de los Senadores.
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