Los
problemas de acceso a los locales comerciales, la escasa capacitación que
reciben los guardias, vendedores y
ejecutivos bancarios para ayudar a las personas en situación de discapacidad
física o intelectual y la falta de intérpretes de lengua de señas en los Servicios
Públicos y empresas, fueron algunos de los temas que se analizaron en el “Conversatorio
sobre las Implicancias de la Ley del Consumidor para las Personas con
Discapacidad y sus Familias”, organizada por SERNAC y SENADIS
Región de Los Lagos.
Este
encuentro se hizo en modalidad virtual y uno de los aspectos más relevantes fue
que contó con una intérprete de lengua de señas, cuya presencia fue fundamental
para asegurar la participación de las personas sordas, quienes, generalmente,
quedan al margen de muchas actividades.
La
actividad, liderada por SERNAC y SENADIS, permitió revisar algunos de los
problemas que enfrentan a diario las personas en situación de discapacidad y
que es necesario resolver con urgencia, tales como la dificultad de salir a la
calle manejando una silla de ruedas, la falta de señales que sirvan de guía
dentro de un local comercial u oficina pública para las personas ciegas y la
ausencia de intérprete de lengua de señas en bancos, tiendas y servicios del
Estado.
En
Chile, el 20% de la población mayor de 18 años y el 6% de los niños y jóvenes
hasta 17 años, está en situación de discapacidad física o intelectual, y en
estos porcentajes sólo se contabilizan aquellos que están identificados y
censados por el Estado.
En
este contexto, el Director Regional de SERNAC, Osvaldo Emhart, destacó la
necesidad de crear nuevas estrategias para facilitar la inclusión, tales como
existencia de asistentes capacitados para ayudar a las personas con
discapacidad física y/o cognitiva a desenvolverse con mayor seguridad en los
centros comerciales, y la incorporación de intérpretes de lengua de señas en las
instituciones públicas, lo que facilitaría a las personas sordas recibir la
atención requerida.
Emhart
recalcó que enfrentar este tipo de desafíos es fundamental, considerando lo
complejo que es para las personas en situación de discapacidad realizar
cualquier actividad asociada al consumo o a la gestión de trámites en los
Servicios Públicos y que, para quienes no enfrentan esas barreras, es algo
coloquial y simple.
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