La última semana de septiembre, se conmemora la
Semana Andina para la Prevención del Embarazo Adolescente, que busca impulsar y
fortalecer el rol activo de las familias en la reducción y eliminación del
embarazo en la adolescencia.
La adolescencia es una etapa de la vida compleja
que supone la transición desde la niñez a la adultez; comprende desde los 10 a
los 19 años, donde los adolescentes experimentan cambios biológicos y sociales,
convirtiéndose en un proceso que requiere de acompañamiento y guía de los
adultos que los rodean.
El embarazo adolescente tiene un gran impacto en la
trayectoria de vida de las adolescentes, complica su desarrollo en la esfera
psicológica y social. El embarazo, parto y postparto cuentan con mayor riesgo
de salud en la madre adolescente y su niño o niña.
En este sentido, Evelyn Cárdenas, encargada del
programa Adolescente de la Seremi de Salud de la región de Los Lagos, señala
“Es importante mencionar que esto sigue siendo un problema de salud pública,
sin embargo, hay aquellas políticas públicas de salud que se han implementado
en el país, a lo largo de todo Chile, así como también en la región de Los
Lagos, que han permitido tener cifras bastante favorecedoras en este
indicador”.
Detallando lo anterior mencionado, Cárdenas
menciona “Si podemos dar algún detalle respecto a la tasa de fecundidad de
mujeres de 15 a 19 años en la región de Los Lagos, podemos hacer un comparativo
entre el año de 2008 al 2018. Al 2008, esta tasa de fecundidad alcanzaba 68.6,
al año 2018 ha bajado considerablemente a 23,6, si consideramos en el tramo
etario entre los 15 a los 19 años. Sin embargo, sigue siendo de importancia y
de gran preocupación aquellos embarazos que se observan en adolescentes de 10 a
14 años”.
Desde la Seremi de Salud, la prevención de esta temática
se trabaja desde el programa Adolescentes en coordinación con el programa de
Salud Sexual y Reproductiva, para garantizar el acceso oportuno a los servicios
de atención para adolescentes dispuestos para ellos en los Centros de Salud
Familiar, donde existen equipos para la atención de adolescentes
correspondiente a los Espacios Amigables, donde pueden obtener información
orientada sobre salud sexual y reproductiva, y acceso a distintos métodos
anticonceptivos de forma libre y gratuita.
Los Espacios Amigables tienen como fin abordar las
dificultades de acceso de la población adolescente, otorgando una atención más
adecuada, pertinente y de calidad para este grupo. Éstos constituyen un nuevo
paradigma para enfrentar la atención de salud de la población adolescente en el
nivel primario de atención.
La encargada del programa de Salud Sexual y
Reproductiva de la Seremi de Salud, Cristina Olivares, destaca la importancia
de la educación “Lo principal es la educación, que parte en el hogar pero que
debería ser significativa al interior de los colegios, con una educación
integral y ojalá que la matrona o el matrón de los Espacios Amigables se pueda
insertar en ese establecimiento educacional apoyando la labor educativa de los
docentes, una o dos horas a la semana, donde los jóvenes puedan pedir horas con
ese profesional y salir de dudas, acceder a conocer qué métodos anticonceptivos
tienen disponibles”.
Así mismo, Cristina Olivares señala que “en los
CESFAM están todos los métodos anticonceptivos, no solo pastillas, también hay
inyecciones, anillo intravaginal, el implante, que es este dispositivo que se
coloca bajo la piel con duración de 3 o 5 años. Pero también está la T de cobre
y el Mirena, que está dentro de los más avanzados y que no aporta hormonas al cuerpo
de nuestras niñas y mujeres, las que podría traer consecuencias para más
adelante, cuando ya llevan muchos años usando hormonas”.
En el Sector Salud, se mantienen estrategias de
carácter continuo para fortalecer el acceso a métodos anticonceptivos de larga
duración y actividades de índole preventiva, sin embargo, el fenómeno del
Embarazo Adolescente debe ser abordado con carácter intersectorial.
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