Días más cortos y una
evidente baja en las temperaturas evidencian que el otoño ya se siente con
fuerza, por lo que muchos/as comienzan a prepararse para el invierno. Durante
este 2023, la estación estará marcada por la presencia del Fenómeno de El Niño
en Chile, lo que ha despertado incertidumbre con respecto a cuánto será el nivel de precipitaciones y los
efectos que tendría en el país.
“El niño es un fenómeno
que se da en el Pacífico Ecuatorial, lejos de la costa de Chile central, aunque
las últimas observaciones han mostrado anomalías térmicas positivas, es decir,
con temperaturas del océano superficial sobre lo normal, en muchas partes del
globo”, explica Raúl Valenzuela, PhD.
en Ciencias Atmosféricas y académico del Instituto de Ciencias de la Ingeniería de
la Universidad de O’Higgins (UOH),
agregando que “en este momento,
estamos en un proceso en que la temperatura se está elevando” y que “hacia
junio, julio, vamos a estar de lleno viviendo el Fenómeno de El Niño”.
Si bien a inicios del
2000 se entendía que en un episodio de El Niño las lluvias de la zona central
aumentaban mientras que las de la zona sur disminuían, el profesor asistente de
la UOH precisa que “esa relación se ha perdido desde que entramos en este
periodo de mega sequía, aproximadamente desde el año 2010, donde hemos tenido
episodios de El Niño potente, un ‘Niño Godzilla’ que se le denominó en
2015-2016, que no se tradujo en importantes lluvias en la zona central”.
Por ahora, según
indica Raúl Valenzuela, “estamos en un periodo de incertidumbre, a
pesar que hay algunos modelos que sugieren un leve aumento de precipitaciones
respecto a años anteriores”. Y es que, tal como explica, “se ha perdido
la relación El Niño/Lluvias que antes se habían encontrado. Esa relación en la
zona central ya no es tan fuerte”.
¿La lluvia podría ayudar a disminuir la crisis hídrica?
Tal como indicó el
ingeniero en Recursos Naturales Renovables, actualmente se sugiere que habrá
más lluvia durante este invierno, pero él prefiere no adelantarse a entregar un
pronóstico sobre la cantidad de precipitaciones que caerían. “En el mejor de los casos, vamos a tener
precipitaciones similares a las del año anterior, ojalá un poco superior, pero
difícilmente vamos a volver a la precipitación anterior a 2010”, comenta
el académico UOH.
Si bien el investigador
destaca que “cualquier precipitación que caiga siempre va a ser bienvenida,
porque va a implicar menos estrés en el sistema que utiliza agua”, prefiere no
ser tan alentador con respecto a los buenos resultados que podría dejar. “Yo no me atrevería a decir que va a revertir
la crisis hídrica, sino más bien, nos mantendremos igual que el año
pasado y años anteriores dentro de la mega sequía”, reflexiona.
Recomendaciones para prepararse a eventos más intensos
A pesar de ser cauto al
entregar un pronóstico de lluvia, el profesor asistente brinda recomendaciones para enfrentar eventos
particulares y más intensos, los cuales dejan cerca de 10 milímetros
caídos por hora.
Para Raúl Valenzuela lo importante es
“mantener las canaletas limpias, revisar los techos, mantener los desagües
limpios. Ojalá hablar con las municipalidades para que se encarguen de limpiar
los restos que se van depositando ahí”.
0 Comentarios