“Respecto de la elección del próximo Fiscal Nacional, y producto de encontrarme fuera del país por labores parlamentarias, consideré en esta oportunidad presentar permiso constitucional, más allá de que no es obligación, porque hoy se requieren todos los esfuerzos que permitan alcanzar el quórum necesario para elegir a la máxima autoridad del ente persecutor, independiente de su nombre y de las improvisaciones del Gobierno”.

 

“Frente a la delincuencia y la irrupción del crimen organizado, es una responsabilidad país nombrar a la brevedad al nuevo Fiscal Nacional. Y para ello, es fundamental un nombre que reúna los votos exigidos en el Senado”.

 

“Espero que esta decisión, que he adoptado por convicción, contribuya a ese objetivo”.