El Departamento de Ciencias Básicas
de la Universidad Santo Tomás Osorno desarrolló una expedición asociada al
curso electivo de Vigilantes Ambientales que permitió a los alumnos poner en
práctica contenidos teóricos directamente en la realidad ambiental de la zona.
En esta ocasión, los estudiantes de
las carreras de Enfermería y Kinesiología, guiados por el académico responsable
del curso, profesor Erwin Barría, analizaron in situ los efectos ambientales de
la intervención urbana sobre los ambientes de agua dulce, evaluando la
transición comunitaria de la vegetación y la fauna ribereña, además de la
composición de las comunidades del fondo de los cuerpos de agua dulce.
Para ello se realizó un recorrido
que comenzó en el Río Damas, dentro del Parque Pleistocénico Chuyaca y luego
continuó hacia Puerto Trumao, en el cauce principal del Río Bueno. Además,
entre ambos puntos se realizaron muestreos de dos cuerpos de agua que se
encuentran en el camino Río Momberg y Río Quilacahuín. En cada sitio los
estudiantes midieron, además, las propiedades químicas y nutricionales del
agua.
“Se pudo apreciar que la vegetación
ribereña con mayor influencia urbana (Río Damas) está compuesta principalmente
de especies introducidas y a medida que nos alejamos de la ciudad comienzan a
observarse una mayor cantidad de especies nativas. Además, la comunidad de
invertebrados del fondo destaca por el predominio de nemátodos, organismos
vermiformes muy comunes en cuerpos de agua con mayor carga de contaminación
orgánica”, comentó el docente.
“A medida que nos alejamos de la
zona urbanística, los ríos presentan una mayor diversidad de especies, donde
destacan camarones de los géneros Samastacus,
pancoras del género Aegla,
y otros grupos de larvas de insectos de los órdenes Ephemeroptera, Plecoptera y
Trichoptera, todos grupos faunísticos muy representativos de la zona”, agregó
Barría.
Por otro lado, en el Río Bueno la
vegetación ribereña presentó la mayor porción de vegetación nativa como
pataguas y coigües mezclados con especies introducidas como eucaliptus, pinos,
álamos, sauces y zarzamoras. Y en el fondo del Río Bueno fue posible observar
el molusco bivalvo dulceacuícola Diplodon
chilensis y los mayores tamaños de camarones y pancoras observados.
Los participantes de la actividad
destacaron los cambios ambientales observados en los sectores recorridos, los
que se reflejaron en el mayor número de especies nativas y en los mayores
tamaños que tienen las especies capturadas.
Al concluir el docente Barría,
precisó que “también reconocieron un aprendizaje basado en la experiencia,
donde destacan que hubo una dimensión de análisis ambiental que no había sido
percibido anteriormente a pesar de que muchos conocen el área de estudio.
Agradecemos a la Facultad de Ciencias de la Universidad Santo Tomás de Osorno y
por su intermedio al Departamento de Ciencias Básicas por la posibilidad de
realizar estas actividades. También agradecemos al Lodge Wenuleufu, emplazado
en la ribera del Río Bueno, donde se nos ofreció un espacio para establecer una
estación de análisis de las muestras colectadas”.
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