El pasado 12 de
octubre las instituciones de educación superior técnico profesional iniciaron
el proceso de admisión que contempla 6.074 carreras y más de 249 mil vacantes a
lo largo de Chile. En este periodo, miles
de personas deciden qué camino tomar en los siguientes años de su vida,
elección que suele estar acompañada de miedos, estrés y otras emociones que
pueden dificultar la decisión correcta.
En este marco, Jade Ortiz,
psicóloga experta en salud mental y docente de la Universidad Santo Tomás,
entregó algunos consejos para afrontar este desafío de la mejor forma, pasando
desde el aspecto más personal hasta otros vocacionales y de elección de la
institución.
1)
Elegir por uno mismo y no por presiones externas
De acuerdo con la
experta, es fundamental que la persona decida matricularse en una carrera de su
interés, dejando de lado presiones de cualquier tipo, ya que “a posibilidad de
seleccionar una carrera que no es de su gusto puede llevar, tarde o temprano, a
la deserción”.
Es por esto que la
profesional enfatiza en que la decisión final "tiene que hacer sentido al
estudiante y no basarse en las expectativas que muchas veces ponen los padres
sobre los hijos”. Esto también puede ir ligado a la dependencia económica que
muchas veces existe, no solamente en el arancel, sino que también en
transporte, alojamiento, materiales y más.
2)
Angustia por el futuro: cambiar no es fracasar
Uno de los temas que
más generan ansiedad es si la elección de carrera es determinante en toda la
vida. En esta línea, Ortiz señala que “puedes elegir hoy, pero esto no quiere
decir que mañana no puedas cambiar de idea. Siempre cuando se pone demasiada
presión se toman malas decisiones”.
En este punto, la
flexibilidad para cambiar de rumbo es algo sumamente importante, así como no
creer que siempre hay que tomar decisiones perfectas. “Cuando tengo la
seguridad de que hoy puedo elegir libremente y el día de mañana cambiar de
opinión, enfrento la situación de diferente manera”, sostiene la psicóloga.
3)
Proyéctate en el tiempo: ¿Dónde me veo en cinco años?
La elección de una
carrera que se disfrute es fundamental; y el dinero no es todo, nos cuenta Ortiz.
"La experiencia dice que puedes escoger una con buen retorno económico,
pero este bajará o desaparecerá en la medida que no disfrutes lo que haces. Se
puede caer en depresión, licencias médicas y baja proactivida. No disfrutar
termina perjudicando tu desempeño profesional", asegura la profesional.
Su sugerencia es
simple: imaginar dónde estarás en cinco años más. "Sáltate la parte del
estudio y piensa dónde te gustaría estar, qué te gustaría estar desarrollando.
Eso ayuda a entender lo que quieres hoy. La profesión no es solo el trabajo,
sino que la vida cotidiana en torno a ello", recomienda.
4)
Busca toda la asesoría vocacional que puedas
Si bien en algunos
casos puedes ser útiles y prácticas, las asesorías vocacionales se basan en
pruebas estandarizadas que pueden entregar resultados muy amplios, provocando
incluso más confusión. Para la psicóloga, es importante que este instrumento se
complemente con "espacios de conversación que ayuden a canalizar qué
implican las habilidades que muestran las pruebas en su sentido práctico".
"La orientación
no es un paquete que alguien va y te entrega, debe decir por qué esa carrera es
un aporte. Es el lugar que ocuparás en la sociedad dando un servicio a otros,
es el medio a través del cual uno se puede realizar como ser humano",
añade Ortiz.
5)
¿Dónde estudiar?
La amplia oferta
educacional presenta un reto al momento de elegir una carrera. Además de las
diferencias en las mallas curriculares y aranceles, también existen otras en
torno a infraestructura, compañeros y más. Para la experta, la elección debe equilibrarse
entre dos puntos: Indicadores como empleabilidad y las experiencias de las
personas que estudian o han egresado de la institución a la que se pretende ingresar.
“Solo ellas pueden
hablar más allá de los indicadores. No hay que solo ver el perfil de las
personas que egresan, sino de las que ingresarán contigo, son personas con las
cuales vas a pasar mucho tiempo de tu vida estudiando", señala Ortiz.
Este tema es de gran
importancia, pues podría tener repercusiones en una posible deserción: "A veces
las personas idealizan el lugar y no aguantan porque el perfil de las
relaciones interpersonales no calza con su forma de ser. No es que sean malos
para la carrera, tiene que ver con la comodidad y el sentido de
pertenencia".
Finalmente, Ortiz hace
el llamado a los futuros estudiantes a disfrutar todo el proceso, desde la
selección hasta la inscripción. “No hay que tenerle miedo a la ansiedad, hay
que tomarla como un motor que te lleva a algo nuevo. Toma ese proceso de
admisión y entrevistas como una oportunidad de disfrutar y conocer el lugar
donde desarrollarás tus talentos”.
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