Los 96 Diputados presentes en la sala aprobaron
solicitar al Ministerio de Agricultura establecer una política pública de apoyo
integral a la agricultura familiar campesina, en especial medidas de fomento
como acceso a fondos y líneas de financiamiento, seguros agrícolas y de
precios, entre otras medidas.
“Chile tiene una deuda importante con la pequeña y
mediana agricultura familiar. Esta representa cerca de la mitad de los
alimentos primarios que se producen en el país, siendo un importante aporte a
la seguridad alimentaria. Genera el 60% de los puestos de trabajo del sector
agrícola, pero a pesar de ello, hoy enfrenta una serie de problemas y desafíos.
Este año el presupuesto del ministerio de agricultura representa apenas el
1,23% del presupuesto anual, a pesar del importante aporte en la generación de
empleos, en producción de alimentos y dinamismo económico que representa la
agricultura familiar Existe una brecha importante, a pesar de los avances, en
términos de cobertura a programas gubernamentales y acceso a la banca. Eso
dificulta su capacidad para mejoras en innovación, productividad, adaptación al
cambio climático, financiamiento, entre otras dificultades”, señaló Héctor
Barría, impulsor del proyecto.
Además, se solicitó que se establezcan programas
específicos de apoyo a las mujeres y jóvenes del mundo rural, para incentivar
su permanencia y residencia en el campo. Que se aumenten los cupos de Prodesal
y PDTI, en especial para el segmento joven y mujeres.
“Esta situación nos exige un esfuerzo mayor a
quienes somos representantes populares, en orden a hacer todos los esfuerzos
para generar un nuevo pacto entre el Estado y el mundo rural. Ese acuerdo debe
tener como ejes el fomento a la asociatividad, apoyo en la gestión, mejorar el
acceso a financiamiento y nuevos mercados, mientras se avanza de forma decidida
hacia la sustentabilidad de la agricultura. En ese mismo sentido, se debe
abordar el desequilibrio entre el mundo rural y el urbano. Es esencial, además,
dentro de las medidas de apoyo a la agricultura familiar campesina, un apoyo
especial a las mujeres del rubro, considerando las dificultades particulares
que sufren, debiendo incorporarse programas de apoyo enfocados en ellas.
Por otro lado, es preocupante la situación de los
jóvenes campesinos, quienes por falta de apoyo y el desequilibrio del campo con
la ciudad, abandonan el mundo rural en busca de mejores oportunidades. Se debe
crear incentivos enfocados en que puedan iniciar y mantenerse en el mundo
rural. La pequeña y mediana agricultura, en especial la agricultura familiar
campesina, debe ser reconocida y fortalecida como una forma de producción
económicamente viable, con una clara perspectiva socio ambiental, y
reconociendo el factor cultural”, finalizó Barría.
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