Democráticamente la
ciudadanía ha dicho de manera categórica que no a la propuesta de texto de la
Convención Constituyente. Pero acá no se acaba el camino, quienes creemos en el
diálogo y en los acuerdos tenemos que trabajar con más fuerza para trazar
justamente esta ruta de nueva constitución.
Tenemos que aprender eso
sí, de los errores de la Convención y dejar atrás la soberbia y el
individualismo permanente. Tenemos que entender que aquí las agendas no son
personales, sino que tienen que representar a la ciudadanía. El rechazo
categórico de las y los vecinos de la Región de Los Lagos y también del país,
es una señal clara a que tenemos que unirnos para resolver los problemas que
tienen. Es por eso, que cuanto antes tenemos que reunirnos en el Congreso con
el Gobierno y con los diferentes actores para trazar esta ruta, y ese va hacer
el trabajo de los próximos meses porque Chile merece una nueva constitución.
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