Todas las gestión que sean necesarias ante el Ministerio de Educación comenzará a realizar la Diputada de la zona, Emilia Nuyado, para poner punto final a la seguidilla de problemas que se han presentado en el proceso de ampliación y reparación de las instalaciones del liceo de excelencia académica “Carmela Carvajal de Prat”, cuyas obras quedaron totalmente abandonadas tras el quiebre de la empresa constructora Baker que se conoció oficialmente durante las últimas obras.

La parlamentaria lamentó las graves consecuencias que significará esta determinación para los cerca de mil 400 alumnos y alumnas de séptimo básico a cuarto año medio, profesores y sus respectivas familias que por años han esperan volver a su nuevo establecimiento, permaneciendo por el momento albergados en el liceo Eleuterio Ramírez,

Lamentamos profundamente lo sucedido con esta unidad educativa municipal, uno de los más importantes de la décima región de los lagos y donde reciben educación de calidad estudiantes de toda la provincia que recibieron esta noticia como un verdadero balde de agua fría ya que este año y posiblemente el otro, NO podrán hacer uso de sus instalaciones.

“Comprendemos todos los esfuerzos económicos realizados por el Gobierno Regional, los Consejeros y Consejeras Regionales, por el municipio y la propia comunidad educativa para que se terminen las obras que se iniciaron el año 2019 y donde se  han invertido casi 10 mil millones de pesos, lográndose, según la empresa, sólo un avance cercano al 70 por ciento”, dijo la Diputada Nuyado.

Es por ello que, la legisladora, explicó que, a través de la Cámara, solicitará la intervención del propio Ministro de educación para que se hagan, dentro de lo posible, todas las acciones para terminar lo antes posible los trabajos.

“Nos parece de  suma gravedad el quiebre de la empresa que incluso mantiene deudas con sus ex trabajadores en sueldos y cotizaciones, por lo que se hace necesario ser más rigurosos al momento de licitar trabajos de esta envergadura, ya que ello ha traído sólo amargura y desilusión de ciento de alumnos, alumnas, profesores, profesoras y sus respectivas familias que deberán seguir esperando la agotadora burocracia para que una nueva empresa pueda terminar los trabajos de un proyecto que prometía ser modelo en el sur del país.