Una nueva iniciativa para apoyar al sector Apícola
a enfrentar la sequía y los desafíos del cambio climático está siendo
desarrollada por un grupo de científicos, apicultores y servicios públicos, en
vista de los importantes cambios ambientales que han afectado fuertemente la
producción de miel y otros productos de la colmena.
Sus responsables hacen un llamado a la comunidad de
apicultores para participar de este levantamiento de información.
La apicultura es un rubro
altamente sensible a las variaciones ambientales. Estudios recientes en Chile
han demostrado que existe una alta correlación entre la producción de miel y
las variaciones del clima. La extensa sequía que atraviesa el país dificulta y
desafía a este importante rubro. Los cambios climáticos, junto al uso de
agroquímicos y otros cambios ambientales derivados de actividades humanas, han
provocado mortandad de colonias de abejas a nivel global, alarmando a los
gobiernos y las comunidades en todo el mundo.
Bajo este contexto es que
el Centro de Acción Climática de
la PUCV (CAC-PUCV) en
conjunto con el Centro del Clima y la Resiliencia (CR2), el USM Bee Lab de
la Universidad Técnica Federico Santa María, la Universidad Austral
(UACh) y la Universidad de Tarapacá (UTA), la Dirección Meteorológica de Chile
(DMC), y el Instituto Nacional Forestal (INFOR), apoyados por varios grupos de
apicultores, incluyendo la Red Apícola Nacional (RAM), la Oficina de Estudios y
Políticas Agrarias (ODEPA) y varios otros servicios públicos, se encuentran desarrollando
el primer Diagnóstico Nacional para evaluar los impactos del Cambio
Climático sobre la apicultura en Chile, y para el cual este grupo de
instituciones hace un amplio llamado al sector productivo a sumarse a esta
evaluación, proceso que se planea llevar a cabo entre mayo y agosto del
presente año.
Con este levantamiento de
información, sus responsables buscan generar una plataforma web que permita
identificar las zonas más impactadas por la sequía y otros cambios en el clima,
así como hacer pronósticos de producción de miel para distintas zonas
geográfica, y promover prácticas de adaptación en los apicultores para mitigar
los impactos ambientales que podría sufrir su producción de miel.
El Dr. Ariel Muñoz, líder de los proyectos, extiende
el llamado y hace énfasis en la relevancia de concretar el diagnóstico: “Los cambios en el clima reciente y su
fuerte impacto en los servicios que prestan los bosques y la vegetación nativa,
ha generado grandes efectos en la disponibilidad de flores para la apicultura y
los polinizadores nativos. Es tarea conjunta, incluyendo al estado, los
académicos y los apicultores, avanzar en la comprensión de los impactos de
estos cambios en las condiciones ambientales que afectan a la apicultura, con
el fin de desarrollar estrategias y mecanismos de adaptación para enfrentar el
cambio climático. Este diagnóstico nos permitirá identificar los impactos en
distintos territorios, y proponer medidas de adaptación a las autoridades para
apoyar a los apicultores de todo Chile, quienes son clave para la seguridad
alimentaria del país”.
Desde esa vereda, resulta
relevante el trabajo que han gestado las distintas organizaciones e
instituciones educacionales para llevar adelante este diagnóstico nacional.
Sobre la magnitud del proyecto y el esfuerzo que requiere, el Dr. e investigador de la Universidad Austral
de Chile, Duncan Christie,
pone en valor esta asociación: “este
trabajo se hace realidad en base a la colaboración que realizan grupos de
investigación de cuatro universidades (...). Gracias a eso se pueden establecer
estos proyectos con objetivos muy grandes y ambiciosos que esperamos que, por
la magnitud de los resultados que vamos a abordar, podamos tener alguna
incidencia en la mejora de los instrumentos y políticas públicas que estén
relacionadas con la actividad apícola.
Ciencia
al alcance
Esta iniciativa no solamente
pretende desarrollar este diagnóstico, sino también desarrollar tecnología de
bajo costo para monitorear las colmenas y los cambios en el clima, lo cual se
espera pueda ser visible en una plataforma web que ayude a tomar decisiones y a
la adaptación de este importante sector.
En este sentido, la Dra. Karen Yáñez, de la Universidad Federico
Santa María e investigadora en ambos proyectos, destaca la importancia
de incorporar tecnología a las colmenas, “porque si bien es cierto las entrevistas y encuestas que se están
desarrollando durante la ejecución de los proyectos nos proporcionarán datos de
producción de miel en el pasado, los nuevos sistemas de monitoreo en tiempo
real de los apiarios participantes, permitirán dar continuidad a la obtención
de datos que alimentarán un modelo predictivo de la producción de miel en la
siguiente temporada, introduciendo así la tecnología, la informática y la
inteligencia artificial a un rubro que necesita avanzar en esta línea”.
Y es que de acuerdo al equipo
de trabajo que impulsa estas iniciativas, el desarrollo de políticas públicas a
través de sistemas de monitoreo y adaptación para la apicultura son desafíos
importantes para la comunidad no sólo de carácter nacional, sino a nivel
mundial. La protección y conservación de las abejas significa una proporción de
recursos nutricionales, medicinales y de servicios de polinización necesarios
para alrededor del 70% de los alimentos que se consumen en el mundo. Por ende,
la apicultura es un sector productivo estratégico para Chile y muchos países a
nivel global.
De esta manera, el trabajo con
las y los apicultores resulta fundamental para llevar adelante esta
investigación. Manuel Prieto, Dr.
e investigador de la Universidad de Atacama, cuenta que “nuestro proyecto es sobre el sector
apícola, pero con el sector apícola. Sería irresponsable desplegar una agenda
de investigación apícola sin la colaboración del sector. Entendemos que históricamente
han existido prácticas de extractivismo académico por medio de las cuales se
recoge información que sólo termina en artículos científicos. Entendemos que
esto genera desconfianzas. Sin embargo, este proyecto busca -y llama- a
desestabilizar este tipo de práctica científica incorporando al sector apícola
y desarrollando instrumentos y proposiciones prácticas para este”.
“A
través de este trabajo queremos relevar cuán importante es contar con una
visión interdisciplinaria para abordar problemas socio-ambientales complejos
que, en este caso, afectan gravemente al mundo rural. Este enfoque, que integra
varias disciplinas y toma en cuenta a varios actores sociales, es vital para
solucionar este y otros problemas relacionados con el cambio climático”, manifestó Muñoz sobre la relevancia de la
iniciativa y su carácter interdisciplinario.
De tal manera, a quienes
pertenezcan a la comunidad apícola, se les invita a ponerse en contacto con
esta iniciativa a través del correo electrónico apicultura.clima@gmail.com,
además de responder una encuesta en línea disponible aquí.
El plazo es hasta el 30 de agosto de este año.
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