Con el objetivo de acercar la investigación científica a las aulas a
través de tecnologías inmersivas, y a su vez, promover y difundir la enseñanza
de las ciencias de una manera cercana, es que un grupo de académicos,
investigadores y estudiantes, trabajan de manera conjunta en el proyecto “Al
interior del caracol: el uso de la realidad aumentada como una ventana en la
biodiversidad”, iniciativa en la cual participan la docente Mg. Catalina Iturbe,
del Centro de Docencia Superior en
Ciencias Básicas de la Universidad
Austral de Chile Sede Puerto Montt, y los estudiantes Macarena Morales y
Víctor Cáceres, de Pedagogía en Educación Básica con menciones.
Este proyecto de investigación innovadora interdisciplinaria PUCV 2021
(039.412/2021es financiado por la Dirección
de Investigación de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV),
y encabezada por el responsable de la iniciativa, el profesor adjunto del
Instituto de Química de la misma casa de estudios, Dr. Cristian Merino. Además, confluyen en este equipo
multidisciplinario investigadores de la PUCV, University of Idaho, y estudiantes de pre y posgrado.
Sobre la investigación, el Dr. Merino, comentó que se basa en un fuerte
sello territorial y de divulgación científica, en la que participan expertos y
expertas de campos tan diversos como la biología, química, geografía,
estadística, ingeniería informática, pedagogía y la didáctica. “Aquí confluyen
el trabajo territorial y de divulgación, difusión y enseñanza de las ciencias,
y de uso de tecnologías inmersivas. A la institución le pareció interesante y
financió nuestro proyecto, que incluye desde la estadía de los investigadores,
así como recursos para diseñar todo el material educativo que se levantará
producto de esta travesía que estamos realizando”, explicó.
En particular, las especies que son sujeto de estudio son las nativas
Plectostylus vagabondiae, P. Chilensis, P. peruvianus, Succinea chiloensis,
Chilina sp, además de las introducidas Cornu aspersum, Physa sp., Limax
maximus, Oxychilus sp., Arion intermedius. Deroceras reticulatum, Milax sp.
Sobre el interés y el porqué de la elección de caracoles como objeto de
estudio, el académico comentó que se gesta a partir de las relaciones previas
con investigadores y docentes de la University of Idaho. “Brant Miller
particularmente, trabajaba con científicos del área del departamento de
biología de esa universidad, especialistas en caracoles, quienes dentro de su
marco de trabajo llamado aprendizaje por aventura, buscan conectar a
científicos con educadores, científicos y profesores, para aproximar y hacer
más cercana la ciencia a la comunidad, lo cual hoy es fundamental”, expresó
Merino.
Para la académica del Centro de Docencia Superior en Ciencias Básicas,
Mg. Catalina Iturbe, el trabajo de levantamiento y recopilación de datos, que
se extendió entre el 18 y 26 de enero en comunas de las provincias de
Llanquihue y Chiloé, tuvo buenos resultados y permitió a los investigadores
encontrarse con una interesante diversidad de caracoles. “Ha sido provechoso en
términos de que hemos encontrado caracoles y hemos contado con la experiencia
de las personas que nos han acompañado en los terrenos, quienes han sido
fundamentales en esta búsqueda”, comentó.
La docente UACh explicó que la expedición, que se enmarca en la primera
etapa del proyecto, comenzó el martes 18 en los sectores de Puelo, Puerto
Varas, Los Riscos y Ensenada. Luego se recorrieron lugares como el Parque
Katalapi, Hornopirén, Contao, Caleta El Manzano, Estaquilla, Calbuco, Isla
Helvecia, Pureo, y finalmente viajaron a la provincia de Chiloé, recorriendo la
zona de Ancud, Puñihuil, Dalcahue, Cucao, Chonchi y alrededores.
Por su parte, Macarena Paredes, estudiante de quinto año de Pedagogía en
Educación Básica con menciones, destacó la oportunidad de poder sumarse a este
equipo multidisciplinario en terreno, lo cual en sus palabras le permite
“seguir aprendiendo sobre ciencia y cómo llevarla a las aulas de una forma
diferente a como se ha hecho a lo largo de la historia. Ver cómo trabajan, la
pasión que tienen y entender que no necesariamente necesitas ser un científico
para hacer ciencia, algo que nos ha servido también para trabajar en nuestra
tesis sobre el vínculo que existe entre ciencia y tecnología para llevar nuevos
recursos a las aulas”.
Víctor Cáceres, también de quinto año, suscribió las palabras de Morales
y agregó que, “el interés viene por nuestra mención. Es interesante para
nosotros ver cómo se hace ciencia por una problemática que hemos estado
revisando y que tiene relación con la estigmatización del ejercicio de la
ciencia y cómo esta pasa al aula. Aparecen estereotipos como el científico
loco, el científico hombre generalmente, y que solo se hace ciencia en un
laboratorio. Nosotros consideramos que es importante tener estas experiencias
para no reproducir estos estigmas”.
Christine Parent, docente del Department of Biological Sciences
(University of Idaho) y experta en evolución y ecología, comentó que su rol en
este proyecto tiene relación con su interés por la biodiversidad en las
especies de caracoles que puedan encontrar en Chile, además de poder aprender
sobre las especies nativas y sus particularidades.
Sobre su interés por los caracoles, Parent comentó que, “al principio
nació por la comodidad, ya que los caracoles son relativamente fáciles de
encontrar en comparación con otros animales. Al ser mi área de estudio la
biodiversidad, estamos investigando los factores que se concentran en ciertos
lugares a través de esta especie. En los caracoles hay mucha diversidad,
colores, formas, y eso es algo que me interesa mucho”.
Brant Miller, profesor asociado del Department of Curriculum and
Instruction de la misma universidad, explica que parte de su trabajo ha
consistido en ser un nexo entre la ciencia y la educación, y los investigadores
de Chile y Estados Unidos. “Como educador científico y abarcando también la
comunicación científica, lo que buscamos es el cómo poder tomar las ciencias y
llevarla a diferentes audiencias, para que puedan vivir distintas experiencias
en torno a estos contenidos científicos”.
Sobre su rol en este proyecto, explica que, “lo que estamos haciendo es
combinar estos mundos, y hemos descubierto que los caracoles son un gran
vehículo para involucrar a diferentes públicos e impulsarlos a pensar sobre la
ciencia, además de promover experiencias fuera de las salas de clases. Nos
interesa además poder usar las tecnologías inmersivas con estudiantes para
propiciar el entendimiento de los contenidos científicos. En el fondo, hacerles
notar que la ciencia está alrededor nuestro”.
Por su parte, John G. Phillips, biólogo adscrito también a la University
of Idaho, comentó que su desde su experiencia en las áreas de evolución y
genética, busca estudiar las especies nativas y foráneas de Chile. “Después de
nuestro trabajo de recolección de caracoles, investigaré su ADN para a través
de esa información, poder entender cómo han evolucionado y tal vez compararlos
con otras especies. En Chile hemos encontrado muchas especies nativas de
caracoles, lo cual es muy interesante. También hemos encontrado caracoles
invasores de otros lugares que terminaron actualmente en Chile. Estoy
interesado en la estructura genética de los caracoles chilenos para compararlos
con otros que hemos ido estudiando y recolectando”.
Además del equipo desplegado en terreno en la región de Los Lagos
durante el mes de enero, también participan como investigadores del proyecto
por parte de la PUCV Juan Carlos Magunacelaya, Juan Zamorano, José Miguel
Garrido, Andoni Arenas, Sonia Pino y como tesistas del proyecto Paulina
Ampuero, Fernanda Calcina, Camila Flores, Maritxu Fuentes, Javiera del Campo,
Camila Kroll, Camila Díaz, Jorge Zúñiga, Katherine Sánchez, Marioly Gómez y
Camila Astrosa. Posteriormente al trabajo en terreno en el Sur de Chile, el
equipo de investigación continuó con su expedición hacia el Norte del país,
donde se reunirán con investigadores de la Universidad de La Serena para
recolectar más información sobre las distintas especies de caracoles en nuestro
país.
Los productos de este proyecto consisten en el levantamiento de material
educativo tanto para escuelas rurales como urbanas. Con el apoyo de este
material, y mediante el uso de tecnologías inmersivas como la realidad
aumentada e inteligencia artificial, se busca generar dos tipos de recursos: un
recurso impreso para que los niños puedan entender y comprender la
biodiversidad y una serie de elementos y conceptos detrás de este estudio de
invertebrados. Según explicó el profesor Cristian Merino, la idea es que esto
se complemente con una aplicación de realidad aumentada que permita a los niños
y adolescentes poder entender lo que ocurre justamente al interior de estos
invertebrados.
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