En
la actualidad la palabra estrés ha aumentado su aparición entre los individuos,
si bien es cierto que la preocupación por la salud mental de cada persona está
cobrando más relevancia, aún es muy común toparse con ciertas situaciones que
afecten la salud física y psicológica de las y los trabajadores.
El
estrés laboral o estrés en el trabajo se explica como una serie de reacciones
físicas y psicológicas, que se producen una vez que los empleados se enfrentan
a exigencias que van más allá de sus conocimientos, habilidades o
destrezas. Dichas reacciones se pueden
dividir en fisiológicas, emocionales, cognitivas y conductuales.
Ya
en el año 2019 y de acuerdo al estudio Zoom al Trabajo, realizado por la
Escuela de Psicología de la Universidad Adolfo Ibáñez (UAI) junto a la
consultora Visión Humana, se demostraba que la percepción por estrés laboral
que tenían los empleados había aumentado de un 26% en 2018 a un 42% en 2019.
Después
de 2 años los datos no son muy alentadores, según un estudio realizado
recientemente por LinkedIn, los trabajadores han experimentado un gran impacto
en su salud emocional, ya que la pandemia del Coronavirus también ha provocado
una reestructuración y distintos cambios en la mayoría de los trabajos.
Para
Isabel Ojeda, Directora Comercial de Servicios Técnicos Profesionales, “es
importante prevenir el estrés laboral ya que, lamentablemente, crece como una
bola de nieve, para eso existen algunas acciones que se deben considerar. Es
recomendable dar espacio a la motivación, no sobrecargar con tareas laborales,
generar un ambiente de trabajo positivo, mejorar la comunicación interna,
brindar beneficios para el cuidado de la salud mental, entre otras”.
“Combatirlo
también es una opción, cuando se prioriza la salud integral de las y los
empleados se pueden encontrar soluciones que permitan que los individuos vivan
mejor y sean más eficientes de acuerdo a sus capacidades y potencialidades, lo
que se evidencia finalmente en la productividad de la empresa”, agrega Isabel.
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