En nuestro país faltan mujeres
que dediquen su vida profesional a las ciencias, tecnología e ingeniería. Esta
brecha hace que sea urgente incrementar los esfuerzos que permitan avanzar en
más y mejores oportunidades, como también hacia una mayor equidad de
género. La cifra es elocuente: de cada cuatro estudiantes que entran a estas
carreras, sólo una es mujer.
Por ello, resulta una
prioridad nacional disminuir la brecha y destruir los obstáculos, en su mayoría
culturales, que permitan abrir las puertas de la ingeniería, las ciencias y la
tecnología a las mujeres de Chile.
La escasa presencia femenina
en el campo de la ingeniería es una inequidad histórica basada en roles
estereotipados, donde se nos presenta como criadoras de hijos e hijas, expertas
en cuidados domésticos, por ende, asignándonos habilidades blandas y
emocionales por sobre nuestras potencialidades lógico-matemática. Esto afecta
desde la primera infancia, nuestro interés y motivación por áreas vistas
tradicionalmente como masculinas.
En el mundo académico, incluso
en el escolar, subsiste el prejuicio de que las mujeres somos malas para las
matemáticas, no estimulando el conocimiento de éstas, postergando muchas veces
para siempre el desarrollo de estas competencias.
En el Chile que discutimos
hoy, no hay duda que es preciso poner el foco en la educación con perspectiva
de género, que derribe sesgos y estereotipos, y donde se fortalezca la
capacidad femenina de trabajo colaborativo, con fuerte empatía, contención e
integración.
Los últimos gobiernos
nacionales han impulsado políticas públicas destinadas a promover el ingreso de
mujeres a la ingeniería. También han surgido organizaciones con el mismo
objetivo, como Mujeres Ingenieras, que lidera Consuelo Fertilio, quien trabaja
por unir, apoyar, capacitar y conectar a mujeres en edades tempranas con su
interés por la ingeniería.
Por su parte la Universidad
Santo Tomás, invita a las mujeres a sumarse al plan de continuidad de estudios
de ingeniería civil industrial en la sede Osorno, que no excluye ni privilegia
géneros, sin embargo, está estructurado de tal manera que mujeres, al igual que
hombres, puedan acceder a conocimientos integrales de su profesión, en un
contexto de horario vespertino y cómodo para quienes trabajan y/o lideran
familias.
Chile necesita más mujeres
ingenieras civiles industriales.
Para más detalle de la
carrera, que cuenta con matrícula a costo cero durante estas
semanas, puede visitar www.tupuedes.cl,
escribir a rvillalobos6@santotomas.cl o
llamar al +56 9 42919694.
Por Rosa
Villalobos, ingeniera civil en industrias forestales, máster en emprendimiento
e innovación y directora del Programa de Continuidad de Estudios de la
Universidad Santo Tomás de Osorno.
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