Los Senadores David Sandoval e Iván Moreira presentaron un proyecto de acuerdo en el que solicitan al gobierno que rechace la propuesta de la Organización Mundial de la Salud de considerar a la vejez como una enfermedad en la clasificación estadística internacional de enfermedades y problemas de salud relacionados.

Dentro de los argumentos que esgrimen los legisladores está el que la OMS había calificado con anterioridad a la vejes como una etapa fundamental de la vida e invitaba a estimularla, de cara a enfrentarla con mayores capacidades físicas, psicológicas y materiales; lo que a juicio de los parlamentarios se contradice con la mencionada propuesta.

El Senador por la región de Los Lagos, Iván Moreira, aseveró que la vejez no significa ser desechable, indicando que la propuesta de la Organización Mundial de la Salud fomentará la discriminación.

“Es preocupante que un organismo internacional, prestigioso y fundamental para combatir esta pandemia, como la Organización Mundial de la Salud, proponga que la vejez sea declarada como una enfermedad, por eso mismo, hemos presentado un proyecto de acuerdo para que el gobierno no suscriba esta sugerencia y no incluya a la vejez como una enfermedad. Por años, hemos concordado en la necesidad de que las personas mayores tengan una vejez digna. Todos entendemos que en la medida que pasan los años, aumentan las enfermedades, como parte del ciclo natural de la vida, pero en ningún caso, la vejez puede significar una enfermedad como tal. Nuestra preocupación tiene que estar en mejorar la calidad de vida de las personas mayores, en aspectos esenciales como la salud, las pensiones e incorporarlas de manera más activa a nuestra sociedad y no es ver la vejez como una enfermedad, lo que ciertamente fomentará su discriminación. La vejez no significa ser desechable; la vejez es parte del orden natural y por eso nos parece fundamental dejar las cosas en claro y demostrar la equivocación de como representar la vejez por este organismo internacional de la salud”.

La preocupación de los senadores radica en que si bien no es una obligación, implica en que esto pueda ser aplicado de forma voluntaria por instituciones de salud privada u obligatoria si se generan instructivos por parte de entidades supervisoras.