Vivimos en una era donde la informaciĆ³n se considera un activo sumamente valioso para tomar las mejores decisiones. Nosotros como sociedad exigimos que los agentes que participan en el proceso de comunicaciĆ³n sean considerados entes vĆ”lidos que entiendan y respondan a las demandas informativas de la ciudadanĆ­a.

 

Esto significa que la actividad informativa se considera un bien pĆŗblico, por su impacto, beneficios, riesgos e implicaciones que trae consigo la responsabilidad de informar.

 

Pero ¿QuĆ© nos pasa como sociedad cuando nos vemos invadidos con informaciĆ³n referente a la pandemia, cuarentenas, informes estadĆ­sticos de contagiados, muertos e indicadores de campaƱa de vacunaciĆ³n? ¿Es legĆ­timo sentirnos abrumados? ¿Es natural no querer saber mĆ”s del mismo tema? AquĆ­ es donde la funciĆ³n informativa de los medios de comunicaciĆ³n juega un papel fundamental en el proceso de adquisiciĆ³n de conocimientos de la realidad. Por ello, la informaciĆ³n que comparten no debe tomarse a la ligera; debe ser real, con evidencia clara, concisa, puntual, relevante, precisa y completa. Cuando se produce informaciĆ³n que no se apega a estos atributos origina en nosotros sentimientos como incertidumbre, pĆ”nico colectivo y angustia por lo que vendrĆ”.

 

Una cosa es garantizar el derecho a la libre expresiĆ³n, a la diversidad de canales de informaciĆ³n y otra revelar informaciĆ³n falsa. Es aquĆ­ donde se gesta un tĆ©rmino que hoy estĆ” muy en boga, las denominadas “FAKE NEWS”, tĆ©rmino que conceptualiza la divulgaciĆ³n de noticias falsas que provocan un peligroso cĆ­rculo de desinformaciĆ³n. Esto nos puede llevar a tomar malas decisiones, por ejemplo, la no adherencia a las medidas de prevenciĆ³n del COVID-19, puntualmente la vacunaciĆ³n.

 

Todos los dĆ­as conocemos nuevos datos con respecto a las vacunas que estĆ”n disponibles o las que se estĆ”n desarrollando para combatir esta enfermedad. La importancia de las vacunas radica en que generan una respuesta de defensa contra el virus en las personas que son inoculadas, las vacunas logran que nuestro sistema inmune “recuerde” al virus, y en el caso de que nos expongamos a Ć©l, se genera una respuesta rĆ”pida de defensa para evitar presentar estados de gravedad por COVID-19

 

Las vacunas son una herramienta potente que permiten defendernos de mejor manera si contraemos el virus, por lo que igual se debe seguir usando las medidas de protecciĆ³n para prevenir el contagio.

 

Por Loreto CatalƔn Delgado

Jefa de la Carrera de EnfermerĆ­a

Universidad Santo TomƔs Osorno.