El diputado por el
Distrito 25, Fidel Espinoza Sandoval, solicitó al Ministerio de Salud, al
Servicio Agrícola Ganadero (SAG) y a la Superintendencia de Medio Ambiente (SMA)
que se investigue a fondo el origen de las enfermedades respiratorias que
afectan a trabajadores de la lechera Manuka, ubicada en la comuna de Puerto
Octay, en época de partos.
“No es la primera vez que se genera alarma por los graves
cuadros respiratorios que afectan a trabajadores de Manuka en la época de
partos. En 2017, por ejemplo, fueron varios los que estuvieron en riesgo vital,
conectados a ventilación mecánica, tiempo en el cual se nos señaló por parte de
las familias afectadas que el enorme volumen de partos genera un complejo
cuadro sanitario, tal como lo describió entonces la Sociedad Chilena de
Infectología. Hoy, hemos constatado que existe una médico veterinaria
contagiada, eventualmente, por la bacteria de la Fiebre Q, pero sea esta u
otra, es hora de llegar al fondo de lo que allí está ocurriendo y que forma
parte de lo que muchos trabajadores y trabajadoras han denunciado por ya más de
una década”, detalló Espinoza.
Al caso de la médico veterinaria se sumaría otro
denunciado a través de redes sociales. De acuerdo al testimonio de Priscila
Montecinos, su pareja, partero en la empresa lechera y colega de la veterinaria
contagiada, lleva una semana enfermo con síntomas como fiebre, tos, vómitos y
problemas al respirar.
Por lo anterior, el diputado por el Distrito 25 hizo un
urgente llamado al Gobierno, a través del Ministerio de Salud, a investigar y
entregar todos los antecedentes sobre estos casos, uno de los cuales ya fue
confirmado por el seremi de la cartera en la región. “Tenemos información de
que existe una persona en estado grave de salud, de quien se sospecha esté contagiada
de Fiebre Q”, aseguró.
El parlamentario recordó que en 2017 un extraño episodio
de neumonías atípicas llevó a que el Ministerio de Salud liderara otra
investigación que apuntaba al mismo problema de base: el exceso de desechos
biológicos por la concentración de partos e inducción de abortos es caldo de
cultivo para bacterias de todo tipo.
“Hemos insistido que el modelo que mata a
todos los terneros machos al nacer no conversa de buena forma con la imagen de
sustentabilidad de la magia del sur, afecta sicológicamente a los trabajadores
y trabajadoras, los expone a enfermedades, como estableció Salud, y hace
proliferar otras zoonosis como acreditó el SAG”, señaló Espinoza.
Agregó que “cuando en 2013-2014 ocurrieron
los vergonzosos hechos de las muertes de 1.500 terneros a martillazos e
inyecciones de aceite en esa explotación agrícola, estuvimos disponibles para
sentarnos con esa empresa y los gremios como Aproleche, Aproval, Fedeleche,
SAGO y Agrollanquihue para generar soluciones de largo plazo a la problemática
de los partos estacionales que ya entonces eran inmanejables. Hubo consenso en
que el cambio no podía venir de un momento a otro y eso involucraba un proceso
por etapas: partíamos por circunscribir los sacrificios a estrictos protocolos
de bienestar animal, para luego, a mediano plazo, generar el término de la
práctica. Hoy, el SAG debe emitir un pronunciamiento claro respecto del destino
que le da Manuka a los más de 20.000 terneros machos que están naciendo y
señalar si es efectivo que funciona dentro un matadero, para lo cual la SMA
debe también hacerse presente. Aquí hay gente que está quedando con secuelas y
la espera de siete años para que Manuka adecue sus procesos ha sido ya más que
suficiente: exigimos mayor responsabilidad social, laboral y de seguridad con
sus trabajadores”.
Finalmente, Espinoza, junto con enviar
fuerzas y apoyo a los trabajadores afectados, hizo un llamado a la ciudadanía a
denunciar públicamente estos casos, para que no queden invisibilizados y las
autoridades respectivas puedan investigar y sancionar a los responsables.
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