El 16 de abril se celebra el día mundial de
la voz. Este día fue decretado por la Federación de Sociedades de
Otorrinolaringología con el objetivo de crear conciencia de la importancia del
cuidado y bienestar de nuestro aparato vocal.
Con la llegada del COVID-19 nuestra dinámica
diaria cambió, nos conectamos y trabajamos a distancia, tenemos menos tiempo de
descanso y desconexión, aumentaron las reuniones, tenemos clases virtuales; en
fin, nuestra actividad laboral y social la estamos realizando a través de equipos
computacionales.
Hoy, cobra más importancia saber cuáles son
los cuidados que debemos entregarle a nuestra voz, la cual es fundamental para
el desarrollo de las actividades profesionales. La Asociación Chilena de
Seguridad realizó una investigación en donde el 93,5% del total de las empresas
ha implementado algún tipo de trabajo a distancia, lo que nos obliga a
permanecer sentados durante periodos más prolongados, utilizar nuestra voz como
única o principal forma de comunicación; y es que es gracias a nuestra voz, que
podemos expresarnos, además de mantener las relaciones interpersonales y
laborales en el día a día.
Uno de los problemas que aparece por el
teletrabajo es el uso excesivo de la voz y el aumento de los tiempos frente al
computador, el cual trae a la larga, alteraciones tales como: dolor de cuello,
cabeza y hombros, cansancio al hablar, aumento en el uso de calefacción y/o
aire acondicionado, espacios no aptos para el teletrabajo, deshidratación, mala
alimentación, poco descanso, sensación de voz ronca o disfónica, cansada, sin
fuerza, ni proyección.
Es importante tener en cuenta algunas
consideraciones que podrían ayudar a mantener la salud vocal o disminuir la
sintomatología ocasionada por el uso excesivo de la voz, por ejemplo: en profesores
y estudiantes con clases a distancia, administrativos con aumento de reuniones diarias
y terapias a distancia, por nombrar algunos.
Hidratarse, al momento de comenzar a trabajar,
no olvide mantener cerca suyo un vaso o botella de agua, tome pequeños sorbos
durante el tiempo que esté trabajando, de esta forma evitamos que nuestras
cuerdas vocales se deshidraten.
Realice pausas; levántese de la silla y
estire los músculos, ponga especial cuidado en cabeza, cuello, hombros y zona
lumbar, ya que es donde se acumula mayor tensión. Aproveche este tiempo para
descansar su voz y realice tiempos de silencio para restaurar de esta forma la
musculatura de sus cuerdas vocales.
También es relevante trabajar en espacios
ventilados, no encienda de forma permanente calentadores eléctricos o a gas,
estos ayudan a deshidratarnos y aumentar la sintomatología vocal. De no poder
hacerlo, aumente la ingesta de agua.
Asegure un tiempo para comer, de esta forma
evitamos problemas gastrointestinales que pudiesen provocar sintomatología en
su voz (por ejemplo, el reflujo gástrico).
Finalmente, si presenta algún síntoma,
asesórese con un fonoaudiólogo, este profesional es el indicado para crear para
usted planes de higiene vocal y de prevención de patologías vocales. En Santo Tomás,
le enseñamos a cuidarse.
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