Luego de más de dos años de tramitación en el Congreso, el proyecto de Ley de Eficiencia Energética ya es una realidad. En ese sentido, el seremi de Energía de Los Lagos, Rodrigo Barahona, valoró la iniciativa, que busca hacer un uso racional y eficiente de los recursos. 

“Tal como indicó el bi-ministro de Energía y Minería, Juan Carlos Jobet,  por primera vez en la historia de Chile, tenemos una Ley de Eficiencia Energética, que nos llama a hacer un uso racional y eficiente de nuestros recursos y que abarca prácticamente todos los consumos energéticos del país, como el transporte,  industria y minería, sector residencial, público y comercial. Esta es, sin lugar a dudas, una muy buena noticia, ya que nos permite avanzar en la senda de la sostenibilidad, mejorando la calidad de vida de las personas, contribuyendo a un medioambiente más limpio y aumentando la productividad de nuestras empresas”, 

La autoridad de Energía sostuvo que se está modernizando el sector de energía, “poniéndolo al servicio de las personas. Y una de las medidas que ayuda a cumplir este objetivo, es usar la energía de manera eficiente, porque genera ahorros para las personas, para las industrias y además, es un pilar fundamental contra el cambio climático”. 

Gracias a esta ley, por ejemplo, las viviendas nuevas tendrán una etiqueta de eficiencia energética, como las de los refrigeradores, informando los gastos energéticos de la edificación.  Esto permitirá a las personas tener mejor información al momento de arrendar o comprar viviendas. Además, y con la finalidad de promover un uso más eficiente y limpio de la energía en transporte, entrega las facultades para establecer estándares de eficiencia energética para los vehículos, lo que va a contribuir a tener ciudades más limpias, silenciosas y con una mejor calidad de vida. 

Respecto de los beneficios a mediano plazo, se indicó que de aplicarse adecuadamente las medidas contempladas en la ley al 2030, habrá una reducción de intensidad energética del 10%, un ahorro acumulado de US$15.200 millones y una reducción de 28,6 millones Ton CO2. Esto equivale a evitar el recorrido anual de 15,8 millones de vehículos livianos o a la absorción anual de 1,8 millones de hectáreas de bosque nativo.