El 7 de agosto se conmemora el día del Dirigente (a) Social y Comunitario, representantes fundamentales de la sociedad civil y el vínculo que día a día las autoridades de gobierno necesitamos para desarrollar las distintas políticas públicas que van en directo beneficio de sus comunidades.

El Día Nacional del Dirigente (a) Social y Comunitario nace, en el año 1998, como una forma de reconocer la importante labor que realizan a lo largo de todo el país y del mismo modo, recordar aquel 7 de agosto de 1968 cuando se publicó la Ley N°16.880, que dio institucionalidad a las organizaciones sociales.

Este año, la conmemoración será diferente, producto del contexto en el cual nos encontramos, desde hace ya varios meses. La pandemia del Coronavirus ha hecho que nuestro trabajo junto a los dirigentes sociales se fortalezca aún más, desarrollando lazos estrechos de colaboración, confianza y cariño. Tal como ya ha sucedido en otras ocasiones, como por ejemplo la emergencia del agua en Osorno, los problemas con la basura en Chiloé y ahora la presencia de un virus que ha complicado de sobremanera la vida de millones de personas, en Chile y en todo el mundo.

Todas estas situaciones, nos han permitido lograr una cercanía mucho más potente, ya que el trabajo de esta Seremía de Gobierno se ha caracterizado por ser de terreno, en contacto directo con los vecinos de toda la región y por ende, en constante coordinación con nuestros dirigentes y dirigentas. Son en estas instancias, donde con orgullo hemos visto la real fuerza y compromiso en cada uno de ellos, que pese a las adversidades siguen junto a sus vecinos, a quienes representan y también junto a las autoridades, buscando resolver las dificultades de quienes se han visto más afectados.

Hay que destacar, de igual modo, a nuestros dirigentes (as) de zonas extremas que se enfrentan constantemente a las complejidades propias de la geografía en la que viven y que vuelve más arduo el funcionamiento de instituciones, organizaciones y comunidades en general.  Es aquí, donde su rol se acentúa, ya que nos permite visualizar con mayor celeridad y claridad, las necesidades que surgen día a día.

Hoy, en el Día del Dirigente (a) Social y Comunitario, saludamos con especial afecto, a todos aquellos dirigentes y dirigentas, con quienes hemos establecido más que una relación de trabajo. Hoy en día, nuestro vínculo es de respeto y admiración mutua por su incansable gestión. Su labor siempre ha sido fundamental, pero en estos tiempos ha resultado vital, un apoyo potente en el trabajo que estamos llevando a cabo desde el gobierno.

Porque son ellos quienes a través de su trabajo, un trabajo desinteresado y hecho desde el corazón, es que han logrado un gran desarrollo para cada uno de sus sectores y comunidades, transformándose en los principales actores para lograr un Chile más justo, solidario e inclusivo.