Cumpliendo con creces los objetivos planteados y
enfrentando el contexto adverso de la emergencia sanitaria por el COVID-19 con
logros concretos, concluyó el proyecto “Plan local de desarrollo productivo
para mujeres indígenas de Forrahue”, financiado por el Fondo Chile
Compromiso de Todos del Ministerio del Desarrollo Social y Familia y ejecutado
por la Fundación Nutram.
El principal propósito de este proyecto fue la
movilización y el fortalecimiento del tejido social y productivo de un
grupo de mujeres forrahuinas, a través del apoyo de emprendimientos
individuales, colaborativos, complementarios y en red, que les permitiese
acceder a su autonomía económica, mejorar el acceso a información para la toma
de decisiones, ampliar sus redes de apoyo y capital social.
Si bien esto comenzó con un programa integral
de capacitaciones, cuyo denominador común fue promover la producción orgánica
y la recuperación de prácticas ancestrales, tuvo que ser modificado
debido a la emergencia sanitaria, redestinando los fondos transferidos hacia el
financiamiento de 25 micro iniciativas productivas. Esto permitió que las
mujeres participantes puedan habilitar o mejorar sus invernaderos, huertos y
gallineros; asimismo, se apoyó a las familias con la entrega de
canastas de alimentos y por último, con la compra de semillas y concentrado
para las aves.
Sumado a ello, el logro principal del
proyecto fue la conformación legal de la Cooperativa campesina de mujeres
de Forrahue, integrado -de momento – por 18 mujeres productoras rurales de la
comunidad indígena del sector, toda ellas productoras de hortalizas, aves,
legumbres, papas y lana. La concreción de esta agrupación fue posible gracias a
la asesoría jurídica de la Asociación Cooperativas del Sur que se
acercaron a este proyecto para contribuir a su trabajo colaborativo iniciado.
Al respecto, la coordinadora del proyecto de Fundación
Nutram, Yohanna del Río, comentó: “como Fundación estamos muy felices de los
logros alcanzados en la gestión del proyecto, porque a pesar del escenario
adverso que estamos viviendo, pudimos en conjunto, con el apoyo de las
autoridades del Ministerio de Desarrollo Social y Familia, y con la
participación de los integrantes del proyecto, reorientar tanto las actividades
como los recursos de tal forma, que contribuimos de manera significativa al
fortalecimiento de sus propias unidades productivas. Por ejemplo, mejorando la
infraestructura de invernaderos, de los huertos, gallineros, para la
producción de autoconsumo y también para la comercialización. Además, logramos
la conformación de la Cooperativa, cuyas socias ya se han planteado una serie
de desafíos de cultivar, siendo el primero de ellos, el
rescatar semillas ancestrales de porotos y así empezar a gestionar su
camino en el cooperativismo”.
Lo que viene…
Dentro de los desafíos que han planteado las
integrantes de esta Cooperativa, es la adquisición de semillas de porotos
ancestrales, con el objetivo de continuar con el rescate de prácticas
ancestrales de producción. De esta forma se proyecta la conformación de un
banco de semillas propias que permita aumentar y diversificar los cultivos de porotos
en la localidad. Para ello, se levantó una pequeña investigación al interior de
las propias familias del sector, especialmente con personas mayores
de Forrahue, quienes aportaron información relevante para la identificación de
variedades de semillas cuyos cultivos se han ido perdiendo en el tiempo.
Elizabeth Acum, Presidenta de la Comunidad Indígena
de Forrahue se mostró muy conforme e hizo un balance de la intervención de este
proyecto en la localidad. “Como mujer trabajadora de la tierra de este sector,
agradezco la oportunidad de habernos hecho parte de este plan, porque
significó mucho en cuanto a la socialización y mancomunión que hubo entre las
mujeres participantes en los talleres que se alcanzaron a realizar antes de la
pandemia. Por supuesto, nos sentimos orgullosas de la conformación de la
Cooperativa. Tenemos el gran desafío de trabajar de la mano con todas las
familias para rescatar las semillas ancestrales que sembraban nuestros
antepasados, revitalizando así nuestra identidad: la cultura mapuche. De
esta forma, podremos ser abastecidos en el tiempo gracias a nuestro propio
trabajo en el campo y abastecer a la zona urbana”, mencionó.
La dirigenta asimismo recalcó que: “todo esto es
muy importante, pues la tierra es el sustento fundamental para sobrevivir, y
eso lo estamos viviendo hoy a nivel mundial. Valoro mucho la decisión acertada
de la Fundación Nutram, de pensar en nosotras en estos momentos tan difíciles
al redireccionar las acciones que sólo han traído apoyo y oportunidades de aprender
y desarrollarnos”.
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