En lo que fue la primera sesión del 2020, la Mesa Provincial de Humedales de Llanquihue logró reunir a actores del sector público, académico y sociedad civil, con el objetivo avanzar en torno al diseño del Plan de Acción 2020-2022, para la protección de humedales en la zona, que ya cuenta con la reciente firma del Decreto Presidencial, que dio lugar de forma oficial al Santuario de la Naturaleza del Río Maullín.

De esta forma, la oportunidad generó una instancia de diálogo para abordar propuestas enfocadas en el cuidado de estas frágiles áreas terrestres, caracterizadas por su gran riqueza natural, en espacios que cuentan con la presencia marismas, turberas, llanuras de inundación y pantanos, hogar de una innumerable cantidad de especies de la flora y fauna.

En este contexto, el Seremi del Medio Ambiente, Klaus Kosiel, precisó que “en esta primera mesa hemos tenido la oportunidad de escucharnos, concluyendo en la necesidad de fortalecer un catastro y caracterización de los humedales existentes en la provincia, para poder priorizarlos, como paso previo hacia su posterior protección y conservación. Hay bastante trabajo por delante, que iremos desarrollando en paralelo al fortalecimiento de educación ambiental en la comunidad”.

Sumado a ello, Kosiel destacó el avance que ha tenido la instancia, señalando que “actualmente la provincia Llanquihue cuenta con un gran patrimonio natural como es el Santuario de la Naturaleza del Río Maullín. Esto es el reflejo de que con voluntad y trabajo podemos alcanzar grandes objetivos, que hoy alzan a la provincia como un ejemplo a seguir para toda nuestra región en esta materia. Por lo mismo, es que el llamado es a continuar en esta senda, donde la generación de redes y alianzas colaborativas, han sido y seguirán siendo  clave para el desarrollo sustentable en el territorio”.

La Mesa Provincial de Humedales se formó en el año 2015, desarrollando hasta la fecha numerosos talleres, capacitaciones, charlas y seminarios, con el fin de promover la sensibilización y conciencia en la comunidad, respecto del cuidado y valor de estos ecosistemas que, además de ser amortiguadores de la naturaleza, resultan esenciales para la biodiversidad, proporcionando productos y medios de vida sostenibles.